Eres un chico universitario de clase media-alta, llevas bien tus estudios incluso sacas buenas notas. Tus padres estan orgullosos de ti porque eres un joven modélico, no tomas drogas, no fumas, no bebes alcohol, vuelves a casa temprano para estudiar y te gusta hacer deporte. Tienes una novia preciosa a la que quieres y ella te quiere a ti. Habéis hablado de matrimonio, de vuestra casa, y por supuesto de vuestros hijos.
Un día, al salir de las clases, vas paseando de la mano de tu chica hablando de vuestros sueños, vuestros planes de futuro, cuando de repente os cruzais con una panda de raperos mafiosos. Agachais la cabeza he intentais pasar inadvertidos, pero uno de ellos se fija en tu chica y le pregunta si quiere saber lo que es un hombre de verdad además de otras obscenidades.
Tu eres un chico pacífico, odias la violencia, pero han mancillado tu honor y el de la mujer que amas, no puedes permitirlo, un fuego interior recorre tu cuerpo hasta el punto de que tienes la sensación que vas a estallar y arrasar con todo a tu alrededor. Te calmas, cuentas hasta 10 y te relajas un poco. Increpas al agresor y le pides que se disculpe, pero éste solo hacer insultarte a ti y a tu novia. Lo has intentado pero el diálogo no da resultado, solo queda una salida. Odias la violencia pero a veces ésta es necesaria. Entonces recuerdas aquellas clases de kung-fu que das diariamente y suenan en tu cabeza las palabras de tu maestro: "Usa mis enseñanzas sólo para proteger a tus seres queridos", lo piensas y decides que ésta es una de esas situaciones, asi que decides enfrentarlo. Tu novia te suplica por favor que no lo hagas, que es peligroso, pero ya estas decidido, no puedes permitir que gente asi dañe a la persona que amas. Te pones en posición y todos se rien de tu postura, tu contrincante se mofa de ti, todos rien. Por tu cabeza pasa la idea de que esto no es una película de
Jet Li en el que el bueno es el mejor artista marcial y gana a todos sus oponentes facilmente, algo te dice que esto no es como en el cine. Los demas siguen riendo. Tienes miedo, pero tu maestro decía que el miedo es bueno porque te da fuerza. Empieza el combate y todos dejaron de reir...